Pedro Cracco. Anatomía artística de los vegetales

El Museo Blanes, la Facultad de Arquitectura y el Museo Casa Vilamajó presentan una selección de dibujos realizados por el Arq. Pedro Cracco en las dećadas del sesenta y setenta, en el marco de su actividad docente en la sección Arquitectura Paisajística. Curaduría: Ana Vallarino. Diseño de montaje: Ana Vallarino, Mónica Nieto y Cristina Bausero. Del 3 de octubre al 17 de febrero de 2015.

Más de dos centenares de dibujos en acuarela del Arq. Pedro Cracco componen esta muestra, de gran calidad técnica y artística. El repertorio es el vegetal representado en diferentes escalas y aproximaciones; el detalle, la textura, la silueta y la fisonomía, así como las transformaciones de éste en los distintos meses del año.

Los vegetales representados por Cracco nos expresan algo más que su conocimiento del vegetal, nos muestran algo maravilloso que nos habla de un maestro y el refinamiento y delicadeza expresivos con que hace sus acuarelas.

Hace ya muchos años estudiábamos los vegetales —como un elemento fundamental de la composición del espacio exterior— con la bibliografía ilustrada por Cracco. Así fuimos apreciando sus dibujos y aprendiendo además alguno de los nombres de las especies vegetales. Hoy, presentar a este arquitecto, artista y docente, en el Museo Blanes, nos resulta un privilegio. Su obra toma un valor que trasciende su misión para transformarse en una expresión artística.

Esta instancia de encuentro entre la Facultad de Arquitectura, el Instituto de Diseño y el Museo Casa Vilamajó con el Museo Blanes, nos habla de la importancia de entrecruzar disciplinas y experiencias expresivas para hacerlas llegar al público en general.

El valor de esta muestra es cada uno de los dibujos de Pedro Cracco, pero lo es también el conjunto, la suma de acuarelas que la componen, con un carácter monográfico que se traduce en el catálogo. Muchas de las acuarelas de esta muestra son inéditas, no han sido aún expuestas y no fueron públicas hasta ahora. Todas ellas expresan un pensamiento visual que incorpora la percepción del vegetal y se trasmite en un lenguaje propio.

La técnica que utiliza Cracco para representar estos vegetales es una de las más difíciles y mas antigua, es la pintura al agua, la acuarela, presente en un pasado arcaico en los pueblos de Oriente. La acuarela, tal como la conocemos hoy, se desarrolla en Europa durante el siglo XVIII. Pero, es con Durero (s.XV) que tenemos un antecedente de un artista que la usa como una técnica final. Técnica que se desarrollará después en pintores de la talla de Delacoix, Dufy, Gauguin, Klee, Picasso y otros.

El trabajo de Cracco es el trabajo de un maestro que dibuja en forma precisa a los vegetales, utiliza la técnica de la acuarela con maestría y delicadeza, desarrolla un lenguaje propio de su percepción y utiliza para ello un medio pictórico de difícil ejecución, que él lleva a la perfección y a resultados notablemente bellos. Su acuarela es rigurosa, detallista y de trazos firmes. El acuarelista no se puede equivocar, no puede improvisar ni corregir, toda nota quedará plasmada en el papel y así la habilidad de Cracco va recreando estas
imágenes maravillosas del mundo vegetal.

Los dibujos de Cracco nos muestran además, una apasionada observación de la naturaleza, en este caso de los vegetales y un hermoso poder de captación de ellos reproducidos con entusiasmo poético, de tal manera que al decir de Bertolt Brecht, trascienden la ilustración y producen en nosotros otros estímulos de índole emocional. Cada vegetal adquiere un carácter que es la personalidad del autor, quien aporta así elementos para la historia del paisajismo. El vegetal y su entorno lo apasionan y le preocupan, así como las diferentes atmósferas que generan los cambios de clima durante el año. Todo ello aparece reflejado no solo en sus cuadros fenológicos, sino en la atmósfera de sus dibujos. Su gama cromática no es variada, fundamentalmente trabaja con la escala de neutros, pero incorpora en el caso de las flores otros tonos de una riqueza insospechada que permiten un desarrollo de los distintos valores del color a través de las transparencias propias de la técnica.

La necesidad de profundizar en la técnica, por el nivel de detalle necesario en la temática dibujada, hacen que Cracco desarrolle un preciso manejo de la acuarela hallando la solución para cada especie, tomando las decisiones exactas, dominando el conocimiento del vegetal. Crea así texturas de una exactitud asombrosa, que junto con el trabajo de claroscuros trasmiten la volumetría intrínseca al dibujo.

Cristina Bausero
Montevideo, setiembre 2014

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